Notas extraídas del Seminario I de Jacques Lacan . . .
El campo de Freud es la verdad del sujeto.
Se trata de la realización de la verdad del sujeto, como dimensión propia que ha de ser aislada en su originalidad en relación a la noción misma de realidad.
El análisis como ciencia es siempre una ciencia de lo particular. La realización de un análisis es siempre un caso particular, aún cuando estos casos particulares, desde el momento en que hay más de un analista, se presten, de todos modos, a cierta generalidad. Pero con Freud la experiencia analítica representa la singularidad llevada a su límite, puesto que él estaba construyendo y verificando el análisis mismo.
“Nosotros que nos interesamos, no tanto en esta verdad, como en la constitución de las vías de acceso a esta verdad”
Freud escribe que la fuerza de la resistencia es inversamente proporcional a la distancia que nos separa del nódulo reprimido. Evidencia la materialidad de la resistencia tal como se la capta en el transcurso de la experiencia: en el discurso del sujeto.
En Freud el ego se lee como representante de la masa ideacional.
¿Proviene la resistencia únicamente de allí? Cuando, en el límite de ese campo de la palabra que es justamente la masa ideacional del yo, les representaba el montante de silencio tras el cual una palabra distinta reaparece, aquella que se trata de reconquistar en el inconsciente ya que ella es esa parte del sujeto separada de su historia: ¿Acaso esta allí la resistencia?
La contratransferencia no es sino la función del ego del analista, lo que denominaba la suma de los prejuicios del analista.
Los avatares de la experiencia analítica nos informan sobre la naturaleza misma de esta experiencia, en tanto también es una experiencia humana enmascarada para sí misma.
Volver a examinar el análisis, en un examen a su vez analítico, es un procedimiento que revelara su fecundidad en relación a la técnica.
El ego, en la obra de Freud, cumple un papel funcional vinculado a necesidades técnicas.
El licenciado en psicología Raul Augusto Borgialli expone en una serie de 3 videos cuales son los principios y guias para saber encontrar un profesional de la salud mental idóneo y capacitado para su importante rol.
Terapia en Vivo del Licenciado Raúl Augusto Borgialli. Nos revela a través de una sesión de psicoterapia dos secretos universales: 1. La mente no puede resolver los productos (representaciones) de su propia mente, sino los problemas reales; 2. La felicidad la construis vos
Un buen amigo me pidió que le redactase un compendio de consejos básicos para recuperar su salud. Y este fue el resultado: un protocolo de acciones básicas para reequilibrar la salud corporal.
Contiene las reglas más importantes en cuanto a alimentación y otros consejos muy útiles y efectivos para facilitar al cuerpo su estado natural que es de equilibrio saludable.
Lo ideal es que formen parte de tu vida, de tu día a día, aunque si padeces alguna enfermedad entonces es primordial adoptarlos e incorporarlos todos, uno por uno.
Este decálogo trata de medidas de “choque” por tanto es muy básico pero simultáneamente muy completo.
Está basado en que la causa de las enfermedades, desde un catarro al cáncer pasando por todo lo intermedio, es el grado de acidificación y toxicidad de los tejidos del cuerpo. Cuanto mayor sea este grado más grave la enfermedad.
El orden no representa mayor o menor importancia, intégralos en tu vida a tu ritmo, sintiéndote comod@ al hacerlo.
Disfruta…
La prevención, atención y rehabilitación de las personas afectadas por trastornos mentales constituyen un problema sanitario creciente en América Latina y el Caribe. Las bases epidemiológicas de una llamada a la acción se han hecho patentes durante el último decenio.
Realmente se habla mucho del cáncer, pero lo que dijo este Doctor es algo muy interesante y que puede prevenirlo totalmente. Dr. Otto H. Warburg ganó el Premio Nobel por descubrir la causa del cáncer. Hay un aspecto de nuestro cuerpo que es la clave para la prevención del cáncer: los niveles de pH.
La agresividad del obsesivo debe entendérsela no como un impulso en bruto para destruir al otro, sino que está formulada verbalmente, articulada en un anhelo de muerte. Se trata del deseo de la muerte del Otro, y aun de la demanda de muerte del Otro. De este modo, la ambivalencia obsesiva queda planteada, en términos de demanda, como una demanda de muerte del Otro y una demanda de amor que va en el sentido exactamente contrario, ya que el amor tiene el efecto de hacer existir al Otro.